Situado en el único estudio de TV que queda del país, “Aníbal Nocturno” se alza como el programa más visto de todos. Mientras Aníbal, un conductor tan carismático como desagradable, despliega todo su histrionismo a través de frivolidades desafectadas de la realidad, Cande, una de las panelistas, divaga en sus pensamientos y aprovecha las cámaras para manifestar todo aquello que la aqueja hace tiempo. Con humor, personajes delirantes y absurdos, la trama se desarrolla con la estructura de un programa de TV, hasta un tormentoso pero inevitable desenlace.